Imagínate que alguien te estuviera espiando y siguiendo, digitalmente, cada paso que das. Esta persona podría saber donde te encuentras, que estás haciendo, con quien estás hablando o que es lo que estás escribiendo. Y lo peor de todo, no te estás dando cuenta de ello. Esto es lo que le esta pasando, una vez detrás de otra, actualmente, a mucha gente. Parejas celosas, padres controladores o empresarios obsesionados con sus empleados y el control de sus sistemas, entre otros, instalan aplicaciones secretas de vigilancia en los terminales telefónicos de sus empleados, o de sus parejas, con lo que se convierten en víctimas. A esto lo denominamos “stalkerware”.

¿Cómo funciona?

El stalkerware se trata de apps que se camuflan de forma que no los puedas ver s simple vista para que la vigilancia que llevan a cabo no sea detectada. Estos servicios, no legítimos sin consentimiento del usuario del terminal, reportan a sus proveedores muchos beneficios, ya que están cobrando a sus usuarios entre 20 y 70€ al mes. Prometen un nivel de control total, entre otros, accesos a WhatsApp, fotos, SMS y registro de llamadas. Algunos casos ya muy avanzados, permiten encender el micrófono del terminal de forma remota para poder escuchar todas las conversaciones. Estos turbios servicios ofrecen una interfaz web desde la que el espía correspondiente puede ver distintos informes con los datos que tenga pagados. Además, es increíblemente fácil manejarse por estas aplicaciones y sistemas.

 

¿No está prohibido?

Si lo está, en España y en casi todos los países. Vigilar a otras personas sin su consentimiento está terminantemente prohibido. Cualquiera que lo haga sin consentimiento está cometiendo un delito, pero las denuncias son poco frecuentes. En realidad, esto es muy grave, ya que están cometiendo un ataque o asalto muy extremo y personal. Muchas veces, nuestro trabajo como peritos es demostrar con evidencias digitales que estas apps están instaladas, funcionando, y demostrar desde donde se recoge dicha información. Este trabajo y su cadena de custodia son validos para los procesos judiciales. Sin esta labor forense y custodia demostrable de las evidencias, una sola denuncia con capturas de pantalla o similares, o sin la cadena de custodia integra, no es una prueba digital valida y el juzgado la rechazará.

Pero con esta solución no se ha terminado con el negocio de espionaje. Si buscáis por Google nos lleva rápidamente a proveedores como Mspy, Flexispy y muchos similares. Estos proporcionan información sobre trucos y métodos para, por ejemplo, investigar a tu pareja.

Instalación

Para instalar una app espía en un terminal, se necesita tener algunos conocimientos técnicos, porque la tarea es un poco complicada. Primero se debe acceder físicamente al terminal, por lo que nunca lo debes perder de vista ni un segundo. En Android es mucho más fácil que en iOS ya que los tutoriales por Internet son muy abundantes. En iOS de iPhone, el peligro es menor, puesto que, como mínimo, el espía necesita contar con el acceso a iCloud.

 

¿Qué podemos hacer?

En la página https://stopstalkerware.org/ se ofrecen consejos e instrucciones prácticas. En caso de relación con la violencia de género, otro recurso es la “Asociación Stop Violencia de Género Digital”.

Las suites de seguridad para smartphones de fabricantes conocidos son capaces de detectar las apps espía muy fácilmente. Este es el primer paso, pero muchos de nosotros no tenemos instalado ninguna de estas suites de seguridad, porque siempre pensamos que a nosotros no nos pasare esto.

Si crees que te está pasando, lo que se debe hacer es buscar ayuda especifica en lugares adecuados como ya hemos visto, o incluso en Policía Nacional o Guardia Civil, aunque también puedes contactar con peritos informáticos o forenses como los que pertenecemos a INVACI https://invaci.es